Mamá y la abundancia en las constelaciones familiares

Mamá y la abundancia en las constelaciones familiares

Como ya hemos comentado en el anterior artículo, las constelaciones nos permiten trabajar con el sistema, con el alma familiar. El trabajo de una persona mueve a todo el entorno familiar. Es un trabajo tan mágico como intenso. Entendimos que, sobre todo papá y mamá, son los que nos facilitaron la entrada a esta prueba y son la gran clave para comenzar el proceso de deshacer nudos. Por este motivo es imprescindible entender que tenemos que llegar a honrar a papá y mamá. En esta ocasión vamos a profundizar en lo que representa mamá.

Mamá, la gran nutridora

A nivel inconsciente mamá representa la nutrición. Por lo tanto, si yo tengo algún tipo de conflicto con mamá voy a ver limitado el dinero. Esto es debido a que en nuestra realidad el dinero está relacionado con verme nutrido en cuanto a mis necesidades. Mamá es la vida y nos permite entrar en este juego. Así mismo, mamá también representa ese dinero que me sostiene y a nivel no consciente, la salud.

Pixabay/102Messmanos

El hecho de ver y tomar lo que mamá me da no significa que la tenga que cambiar. El único cambio que tengo que hacer está en mi y vendrá por observar aquello que me hace estar en conflicto. Papá y mamá ya han cumplido su papel con su implicación en mi venida a esta experiencia. Mi manera de mirar la situación es todo lo que he de cambiar. La meta es sentirme en paz con cualquier conflicto sabiendo manejarme desde otro lugar.

Por lo tanto, si tengo cualquier problema con la nutrición, con la salud, con el dinero o si estoy peleado con el mundo, habrá qué ver cómo era la relación con mamá.

Sanando la relación con mamá

Independientemente de cómo sea mi relación con mi madre, siempre será mi madre. Incluso en casos extremos en los que no quiera saber de ella, no podré evitar que así sea. Aún así, si yo trato de sanar ese conflicto, o aquello que hace que mi relación sea difícil, podré vivir mi vida de otra manera. La sanación conlleva un tipo nuevo de relación .

Unsplash/Isaac Quesada

Cualquier conflicto que tenga con mis padres tendrá que ver con tres cosas: rencor, idealización o mi idea de que soy mejor que ellos. En algunos casos es posible que me avergüence de ellos o que los juzgue. Esto sería una falta de humildad que necesita ser reconocida y sanada. Gracias a este reconocimiento encontraré la manera de sanar mi vida. Si yo siento rencor, mi atención estará en ese sentimiento y no en lo que realmente ocurre.

Mejorando el pasado

También existe otra posibilidad, que yo idealice a alguno de mis padres. Si les idealizo no me voy a permitir ser mejor para no sobrepasarles. Sin embargo, como descendientes, tenemos la obligación de crecer en comparación con los que vivieron antes.  Es por  eso deberíamos mejorar el regalo que nuestros padres nos hicieron del pasado y dedicarles nuestros logros. Además, al hacernos cargo de lo que nos pertenece, detenemos esa “bola de nieve” que hubiera seguido agrandándose por generaciones.

 

En el próximo artículo haremos un ejercicio práctico para comenzar a sanar cualquier tipo de conflicto que podamos tener y mirar nuestra vida de manera más libre. También lo podemos adaptar para crear y materializar más allá de esos nudos.



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