Libera pero incluye

Liberar

Libera pero incluye

En ciertas situaciones, en las que quizá algo no se adecúa a nuestras necesidades o expectativas, sentimos la necesidad de excluirlo o expulsarlo de nuestra vida. En general, tenemos la tendencia a esforzarnos por eliminar aquello que no nos gusta, que nos ocasiona sufrimiento o que no entendemos.

Este deseo, tan común a todos los seres humanos, de liberarnos de lo que nos perturba dispara distintos mecanismos inconscientes. Dichos mecanismos pueden ser la evitación, la represión, la negación o la proyección. Cualquiera de ellos tendrá la función de ofrecernos cierto alivio. Sin embargo este alivio suele ser solo temporal. Nos “protegen” en cierta medida de la tensión generada por la situación que no cumple con nuestras supuestas necesidades o expectativas. Podríamos decir que utilizamos estos mecanismos como estrategias momentáneas.

La información de lo rechazado

Aunque pueda parecer extraño, aquello que rechazamos contiene valiosa información. Podemos considerarlo como el testimonio de nuestra trayectoria personal, familiar, social y profesional. Probablemente, vemos aquello que deseamos liberar como algo que nos impide lograr nuestros objetivos. Sin embargo, cualquier impedimento lleva implícita una cualidad. Nuestro interés debería estar en identificar dicha cualidad ya que ahí encontraremos un gran tesoro en forma de valiosa información.

Soltar

Unsplash/Darius Bashar

En la vida no hay nada que sea imperfecto. No existen los errores. Únicamente, existen los aprendizajes. Cuando excluimos algo también dejamos marchar lo que debemos de aprender. Además, la energía que perdemos intentando evitar lo que ya es, ya no estará disponible para utilizarla en alcanzar la solución y para el aprendizaje. El gran reto está en poner toda la atención que podamos en aprender lo nuevo.

Libera para transformar

Es importante aprender a integrar todo aquello que liberamos incluso aunque sea algo que, de antemano, rechazamos. Al liberarlo debemos comprometernos con darle un lugar a aquello que queremos soltar.

Si queremos empezar a ver cambios realmente significativos necesitamos incluir lo que rechazamos para más tarde llegar a amarlo. Aunque pueda resultar paradójico este es el único camino. El amor por aquello que queremos liberar requiere de una profunda aceptación de lo que suceda tal y como sea.

Sin juicio

Lo ideal sería poner nuestra atención en darle un lugar sin juicio a lo que deseamos liberar. La aceptación de la realidad, tal y como se presenta, nos proporciona fuerza que más tarde utilizaremos para la transformación. Sin embargo, la resistencia y la exclusión solo generan tensión, conflicto, lucha y, consecuentemente, dolor. Por lo tanto podemos decir que aquello que rechazamos, al final, nos vincula.

Para poder entender el aprendizaje de cierta experiencia de la que nos gustaría liberarnos podríamos hacernos ciertas preguntas, como por ejemplo, qué sentido tiene ese rechazo, qué me enseña, para qué lo rechazo o en quién me convierte ese rechazo.

Liberar no implica rechazo sino todo lo contrario. La liberación debe ir de la mano de la inclusión. Con el tiempo llegarán la transformación que nos llevará a liberar de forma que se integre lo liberado.



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