
09 Ago Tu sombra es tu gran aliada
Venimos a este plano en el momento y lugar adecuados. El fin de toda existencia es aprender a disfrutar de una vida humana completa con sus luces y sus sombras. En este artículo vamos a entender que, aquello que llamamos sombra y que no nos gusta ver o que otros vean, puede ser una gran aliada para llevar a cabo una gran transformación interior. Vamos a darle la bienvenida a todo ese “chapapote” que llevamos guardado en nuestra mochila y que queremos que nadie conozca.
Miedo a sentir
Algunas personas van a terapia porque tienen miedo a sentir emociones que no consideran “armónicas”. Estas emociones estarían dentro de lo que denominamos sombra. Nuestras creencias, basadas en la polaridad bueno/malo, nos hacen creer que las emociones denominadas negativas no deberían ser expresadas. En muchos casos es posible que creamos que no deberían existir. Por todo ello, nos hacemos expertos en ocultarlas a los demás y a nosotros mismos. La tristeza, el miedo, la culpa, son transportados en la mochila que, si cargamos demasiado, es posible que nos arrolle cuando menos lo esperemos.

Unsplash/Abigail Keenan
En muchos círculos de espiritualidad las emociones relacionadas con la sombra son obviadas, o incluso, negadas. Sin embargo, el verdadero camino espiritual nos llevará a iluminar y aceptar sin juicio cualquier emoción que yo pueda albergar en mi interior. Si no fuera así, esta sombra se irá haciendo presente tan a menudo como pueda, para ser reconocida.
Me escucho con interés
Cuando comenzamos a escuchar aquello que sucede en nuestro interior sin enjuiciarlo, es muy posible que nos encontremos con regalos inesperados. En un principio, si llevo tiempo sin mirar ciertas partes de mi, es posible que me sienta desbordado por ciertas emociones.
Mi experiencia personal comenzó a través de una somatización. Gracias a esta situación comencé mi camino hacía adentro dándome la oportunidad de conocerme. Este proceso me llevó observar mis trampas personales como, por ejemplo, el deseo de ser muy buena. Toda esta confusión interna me hacía no escucharme de verdad. En general, mi mirada estaba más volcada hacía fuera que hacia mi interior. Gracias a todo esto encontré técnicas y herramientas maravillosas. Y, poco a poco, fui aprendiendo a poner mis límites y mirarme de manera más amplia.

Unsplash/Benjamin Wedemeye
Si queremos comenzar a vivir de manera más plena necesitamos iluminar y aceptar nuestra sombra. En próximos artículos haremos diferentes ejercicios prácticos que te ayudarán a conectar con esa parte tan importante de ti mismo.